PROTEGÉ A TUS HIJOS CONTRA EL SARAMPIÓN, RUBÉOLA Y POLIO
La vacunación contra estas enfermedades es fundamental, son enfermedades que pueden causar daños graves y en algunos casos hasta la muerte. Vacuná a tus hijas e hijos de 1 a 6 años con una dosis más contra el sarampión y la rubéola. Si tu hijo o hija tiene entre 6 meses y 4 años de edad, debe recibir una dosis más contra la poliomielitis. Las vacunas son seguras, efectivas y salvan vidas.
En el marco de la Campaña Nacional contra el sarampión, rubéola y polio, hasta el momento se ha dado cumplimiento a la vacunación contra la poliomielitis en un 36% y en relación al sarampión y rubeola un 35%. Al respecto, el doctor Héctor Castro, director del Programa Ampliado de Inmunizaciones, resaltó la eficacia de las vacunas, alegando que tienen la calificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Estas vacunas son administradas desde hace mucho tiempo, son vacunas calificadas por la OMS, que fueron adquiridas por el fondo rotatorio y que nos da una estabilidad para planificar una campaña de vacunación en el Paraguay año a año”, resaltó.
A su vez, instó a los padres a llevar a los/as niños/as a vacunarse, por la seguridad y protección que brinda la inmunización en vista al potencial riesgo de introducción de casos de sarampión al país, teniendo en cuenta la circulación del virus en la región.
Evaluación de riesgo para Sarampión/Polio
El riesgo para la salud humana es muy alto, el peligro en nuestro país es muy alto debido a que en los últimos 14 años hubo una baja cobertura de vacunación contra el sarampión (menos del 85%), además de la confirmación de casos en Brasil.
En cuanto a la poliomielitis el riesgo también es muy alto ya que existe la posibilidad de tener un caso importado de áreas endémicas a través de los adultos desplazados de áreas con brotes. En el año 2022, se notificaron casos confirmados en nuevas áreas de la región de África y las bajas coberturas de vacunación.
Sobre el riesgo de diseminación, se habla de un nivel muy alto debido al aumento de la población susceptible. “Con cada nacimiento, la población se renueva y por lo tanto, los jóvenes están culminando con años de relacionamiento social no cubiertos por vacunas, por lo que se torna susceptible al contagio y diseminación”, refirió el Dr. Castro.