Conozcamos más sobre la vacuna contra la fiebre amarilla (AA)

La vacuna antiamarílica (AA) es de dosis única y brinda protección de por vida. No hace falta volver a vacunarse de manera anual o en caso de viajes a un país donde se exija contar con esta inmunización. Es bueno que conozcamos más sobre esta vacuna, que la ciudadanía recuerda su uso, en la época de vacaciones.

Desde el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), se informa que la vacunación contra la fiebre amarilla se realiza por 3 razones básicamente: para proteger a las poblaciones que viven en áreas sujetas a enfermedades endémicas y enfermedad epidémica; para proteger a los viajeros que visitan estas áreas y; para prevenir la propagación internacional minimizando el riesgo de importación del virus por parte de viajeros virémicos.

¿De dónde se obtiene la vacuna?

Se obtiene a partir de un virus de la fiebre amarilla de tipo salvaje (la cepa Asibi) que fue aislado en Ghana en 1927 y atenuado mediante pases en serie, principalmente en cultivo de tejidos de embriones de pollo. Las numerosas mutaciones en los genes estructurales y no estructurales del virus han dado lugar a la variante atenuada 17D. Es una suspensión liofilizada de virus vivos atenuados de la cepa 17D obtenida en huevos embrionados de pollo, envasada al vacío. Se emplea solución fisiológica como diluyente.

¿Cuál es el esquema de vacunación y la población objetivo?

El esquema de vacunación actual de la Vacuna AA es la siguiente:

– Al año: conjuntamente con la vacuna SPR (sarampión, papera y rubeola) y el refuerzo de la vacuna anti neumocócica conjugada (PCV 13).

– Para la población de 2 a 59 años que aún no la hayan recibido.

Es muy importante conocer sus contraindicaciones

  • Menores de 6 meses, no pueden vacunarse.
  • Personas mayores de 59 años, tampoco.
  • Embarazadas y madres lactando en los primeros seis meses.
  • Pacientes inmuno comprometidos, HIV sintomáticos.
  • Personas con hipersensibilidad al huevo o proteínas de aves.
  • Personas con estados febriles agudos.

En el 2013, el Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE) revisó el documento de posición sobre el uso de vacuna contra la fiebre amarilla de 2003, entre sus recomendaciones esta que: con una sola dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla es suficiente para conferir inmunidad sostenida y protección de por vida contra la enfermedad, por lo tanto, no se requiere una dosis de refuerzo.

Por otro lado, si bien el riesgo de efectos adversos es mayor en personas mayores de 60 años, el riesgo general sigue siendo bajo. En base a datos actualmente disponibles, se recomienda precaución en vacunar a estas personas contra la fiebre amarilla.

Se debe realizar una evaluación de riesgo-beneficio para la vacunación contra la fiebre amarilla para cualquier persona mayor a 60 años de edad, que no haya sido vacunada y para quienes se recomienda la vacuna. La evaluación de riesgos debe tener en cuenta el riesgo de contraer la fiebre amarilla (por ejemplo, ubicación, temporada, duración de la exposición, ocupacional o recreativa y la tasa local de transmisión del virus en el área potencial de exposición) frente al riesgo de un posible evento adverso después de la inmunización (por ejemplo, edad, condiciones médicas subyacentes, medicamentos).

Un punto muy importante, la vacuna contra la fiebre amarilla está contraindicada en personas severamente inmunocomprometidas, lo que incluye condiciones como desórdenes del timo, sintomáticos para VIH, neoplasias malignas bajo tratamiento, tratamientos con drogas inmunosupresoras o inmunomoduladoras, trasplantes recientes, radioterapias actuales o recientes. La vacuna antiamarílica se puede ofrecer a las personas infectadas por el VIH asintomáticos con conteos de CD4+ ≥ 200 células/mm³ que requieran la vacunación.

En el caso de las mujeres embarazadas y amamantando existe una precaución. Se recomienda llevar a cabo un análisis de riesgo beneficio para las personas con precauciones para esta vacuna.

¿Cuáles son los eventos adversos?

Como eventos leves puede darse dolor de cabeza, mialgia, febrícula, malestar en la inyección sitio, prurito, urticaria y erupción fueron reportados por 25% de vacunados.

Las mujeres vacunadas reportan más eventos adversos locales que los hombres, mientras que la incidencia de eventos adversos es mayor en los hombres.

Como eventos adversos serios posteriores a la inmunización (ESAVI) con la vacuna contra la fiebre amarilla se mencionan 3 categorías:

1. La hipersensibilidad grave inmediata o anafiláctica: Se ha estimado que las reacciones anafilácticas ocurren en 0,8 por cada 100 000 vacunas, más comúnmente en personas con alergias a los huevos o gelatina.

2. La enfermedad neurológica asociada a la vacuna: grupo de afecciones neurológicas debidas a ya sea la invasión viral directa del sistema nervioso central por el virus de la vacuna que resulta en meningitis o encefalitis, o a una reacción autoinmune resultando en condiciones como el síndrome de Guillain-Barré o la encefalomielitis diseminada aguda.

3. La enfermedad viscerotrópica asociada a la vacuna contra la fiebre amarilla: es causada por la replicación y diseminación del virus de la vacuna de manera similar a el virus natural. Los casos típicamente desarrollan disfunción o falla del sistema multiorgánico y >60% de los casos han sido fatales. 

Bibliografía:

– Normas Nacionales de Vacunación, Paraguay, agosto 2017 (3ra Edición) pag 133-140.

– Vaccines and vaccination against yellow fever WHO Position Paper – June 2013

– Yellow fever. American Academy of Pediatrics. Committee on Infectious Diseases. Red Book. 25th ed. Elk Grove Village, IL: AAP, 2000: 170-174.